Hablemos de la piel con una mirada integrativa

¡Bienvenidos al blog de la Farmacia Anaïs Barrachina!

En el siguiente post podrás descubrir la estructura de nuestro órgano más extenso, las funciones y la relación que tiene con los distintos sistemas de nuestro organismo. 

Conozcamos la piel…

La piel es el órgano más extenso del ser humano, tiene una superficie de unos dos metros cuadrados y unos cinco kg de peso. Está formada por 3 capas (Epidermis, Dermis e Hipodermis) cada una de ellas tiene unas funciones. 

  • La Epidermis, es la capa más externa, está en contacto con el exterior y contiene el mayor número de células. Además, es donde se produce la regeneración celular. Como funciones más destacadas tendríamos la de proteger, evitar la deshidratación y el equilibrio de la microbiota.
  • La Dermis, la segunda capa de la piel, es la encargada de dar soporte, consistencia y aportar nutrientes. En esta capa encontramos moléculas como el colágeno de tipo I y II o el Ácido Hialurónico. Las funciones más relevantes de ella son: dar consistencia a la estructura, metabólica, defensiva y reparadora. 
  • La Hipodermis,es la capa más profunda de la piel y es nuestra reserva de energía. Como funciones tendríamos la termorregulación y la función energética.

En conclusión, las principales funciones de la piel son: 

  • Protección (impermeabilidad), no deja pasar cualquier partícula externa.
  • Inmunitaria, gracias a la microbiota
  • Sensorial por las terminaciones nerviosas que están conectadas. 
  • Endocrina, es capaz de sintetizar hormonas, como la vitamina D.
  • Energética, gracias a las células grasas donde se produce la energía. 
  • Estructural, con las fibras de colágeno que aportan elasticidad
  • Reguladora de la temperatura 
  • Una muy importante: Indicadora de trastornos que nos ocurre en nuestro interior como miedos, ansiedad, estrés o tensión entre otros. 

    ¿Qué relación tiene la piel y el Sistema Digestivo? 

    La microbiota de la piel o dermobiota está formada por distintos microorganismos, como bacterias, hongos, virus… La dermobiota está en continua comunicación con la microbiota intestinal. 

    Si tuviéramos una alteración en el equilibrio de la microbiota intestinal,  se activaría el proceso de inflamación y podría provocar reacciones alérgicas, urticarias, patologías inflamatorias como dermatitis, rosácea o enfermedades autoinmunes como psoriasis, vitíligo o alopecia areata entre otras.

    ¿Qué factores afectan al estado de la piel?

    • La genética, sería un peso importante en las diferentes alteraciones que podemos tener en la piel, pero podemos ayudar a frenar o mejorar este aspecto, con unos buenos hábitos de vida para no activar la predisposición genética. 
    • El ambiente, el clima, la zona en la que vivimos influye mucho. No es lo mismo vivir en el campo, en la montaña, cerca del mar o en una gran ciudad con toda la toxicidad y la polución del ambiente. 
    • La alimentación, si llevamos una alimentación alejada del “real food” nos provocará mayor inflamación y oxidación en nuestro intestino y como consecuencia la piel se verá repercutida. 
    • El estrés psicológico, puede producir un elevado aumento del cortisol y con él la liberación de hormonas inflamatorias y la modificación de la barrera hidrolipídica . Probablemente, se produzcan procesos acneicos debido a la sobreproducción de sebo, pero también podemos tener la reacción contraria y mostrar una hipersensibilidad cutánea, por falta de lípidos en la función barrera.
    • El descanso, es importante tener un sueño reparador.  Mientras dormimos es cuando la piel realiza el proceso de regeneración celular, (es cuando la melatonina, hormona inductora del sueño, estimula la hormona del crecimiento y con ella se realiza el cambio celular). Un déficit en el sueño provoca una piel más débil y más vulnerable a sufrir infecciones y a que se produzca una oxidación celular más rápida.
    • Alteraciones en el Sistema Hepatodigestivo, con ello nos referimos a que el estómago, el intestino delgado y el hígado deben funcionar correctamente. Por ejemplo, si no realizamos bien la digestión de los alimentos en el estómago, llegarán macromoléculas al torrente sanguíneo y nuestro cuerpo liberará mediadores antiinflamatorios por no reconocerlos. O si tenemos el intestino con sobrecrecimiento bacteriano o de parásitos, estos, nos provocan una disbiosis, con el consiguiente aumento de la permeabilidad intestinal, dando lugar a los problemas que conllevan.

    Por último, si el hígado está sobrepasado de tóxicos, se compromete a que no se repare bien. Esto puede ocasionar despertares nocturnos, exceso de tóxicos en nuestro torrente sanguíneo, inflamación, oxidación y un impacto directo en nuestra piel, provocando así problemas como: manchas y acné entre otros.

    En Farmacia Anaïs Barrachina, somos especialistas en salud integrativa del cuerpo humano.  Ponemos nuestro equipo de profesionales a vuestra disposición para cualquier consulta que tengáis.

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